Las
haciendas de México aparecieron en las etapas colonial y poscolonial de nuestro país, y su actividad estuvo condicionada por los productos que podían obtener gracias a la tierra y el clima de las entidades donde se encontraban.
Algunos de los elementos infaltables de las haciendas desde los tiempos novohispanos y hasta el siglo XIX, fueron, por ejemplo, la casa grande, los barracones, los establos para mulas y caballos, los graneros y la iglesia.
En las fotografías que acompañan este post, podemos admirar una hacienda del siglo XVII, de la comunidad de Yaxcopoil, en la península de Yucatán. Se trata de una joya turística que les aconsejamos visitar en el sureste mexicano.