México en su proyección turística tiene muchos aspectos interesantes y uno de ellos tiene que ver con sus reservas naturales. En cada región del territorio nacional se hallarán zonas silvestres propicias para el turismo de naturaleza y las diversiones al aire libre.
Celestún, en el estado de Yucatán, nos brinda muchas de estas atracciones, parajes de gran pureza natural que ameritan ser conocidos siempre que vacacionemos por esta parte del mundo maya.
Celestún es un verdadero santuario de parajes silvestres inalterados y siempre verdes. No solo se trata de una comunidad yucateca generosa en historia y tradiciones, sino también un lugar ineludible de aprovechar para fines ecoturísticos. Vale la pena ocupar el mejor periodo vacacional del año para emprender una travesía a Celestún y así tener una vivencia de primer nivel de su tan especial encanto turístico.
Dentro de esta comunidad yucateca se encuentra la Reserva de la Biosfera Ría Celestún. Es una de las zonas naturales más valiosas de conocer en el sureste mexicano. Los visitantes podrán avistar allí variadas especies de plantas y animales en espacios naturales que incluyen manglares, dunas y otros igual de exuberantes.
Pero sobre todo, Celestún se presta mucho para gozar del avistamiento del flamenco rosado.
Celestún es uno de los abundantes paraísos naturales que tiene la entidad yucateca. En su interior se atesora una reserva ecológica incomparable por su gran belleza y potencial recreativo. También se localiza allí Tambor, un sitio que se presta al máximo para observar a los vistosos flamingos.
Para experimentar esta experiencia ecoturística se debe llegar desde la ciudad de Mérida y completar un trayecto de poco menos de dos horas. Es posible contratar estupendos tours para explorar la reserva natural que les comentamos. Son paseos especiales que incluyen paradas en Ojo de Agua y la Isla de los Pájaros.
En cuanto se llega a la población de Tambor es sencillo maravillarse con el contraste entre las rojizas aguas del mangle colorado, los parajes siempre verdes del lugar y el tono rosado tan característico de los flamingos.
Para gozar de la mejor manera posible de una visita a Celestún es conveniente mantenerse hidratado, no alterar a los flamingos con ruidos intensos, en caso de querer darse un baño en las aguas de la zona no hay que utilizar bloqueadores de sol o repelentes contra insecto con químicos dañinos.
No hay que perderse la oportunidad de dar largos y relajantes paseos por la playa y practicar la fotografía de paisajes silvestres.
Llegar a Celestún desde la capital yucateca es posible a través de la carretera México 281.
Celestún es un colorido pueblo de pescadores que atesora varias zonas costeras de paradisiacas características. Conviene saber que Celestún quiere decir en lenguaje maya “roca pintada”. Estamos ante uno de los mejores sitios en la península yucateca para gozar del turismo de naturaleza.