El juego y los casinos se han convertido en un parte fundamental del turismo y la economía en México. Desde emplazamientos turísticos costeros que ofrecen una amplia variedad de juegos de casino hasta plataformas online, que son ya un sector importante en lo económico. Además, debido a la volatilidad de los mercados durante los últimos años, el juego se presenta como una alternativa estable y en constante crecimiento.
Los tiempos en los que vivimos son económicamente volátiles. En la actualidad, el frenetismo de los diferentes mercados hace difícil pronosticar cómo evolucionará nuestra economía, todavía más en la era de internet, donde todo cambia constantemente.
Sin embargo, no cabe duda de que el sector del juego, tanto presencial como a través de internet, se está convirtiendo en una parte importante no solo de la economía mexicana, sino de la de todo el mundo. En la mayor parte de países industrializados, el juego representa porcentajes del PIB considerables y proporciona un buen número de puestos de trabajo, tanto directos como indirectos.
Además, el juego se ha diversificado con la revolución digital, y tanto los casinos y complejos hoteleros consagrados como las plataformas de juego online prosperan. De hecho, la forma en la que se ha diversificado el juego durante los últimos años en México permite que podamos jugar en algunos de los casinos más glamurosos del mundo o, si lo preferimos, disfrutar de mesas en vivo, con juegos y crupieres en tiempo real, desde el salón de nuestras casas.
Si vemos a la evolución de los diferentes mercados durante los últimos años, nos daremos cuenta de que el sector del juego es uno de los que mejores resultados ha obtenido en medio de tanto cambio y volatilidad. ¿Cómo es posible esta estabilidad de crecimiento en un mundo hiperconectado e hipercomunicado? Pues haciendo girar su negocio en torno a los intereses y deseos de los clientes.
La mejora de productos, plataformas, publicidad, promociones y facilidades, así como la popularidad creciente, hace que las diferentes plataformas, especialmente las de carácter digital, ofrezcan una experiencia segura y entretenida.
A lo largo del tiempo hemos visto cómo el cliente potencial confía cada vez más en los métodos de pago, principalmente debido a la seguridad de estas plataformas de gestión. Skrill, toditoCash, AstroPay, Neteller o paysagecard son algunos ejemplos bien establecidos en México. Al no reportarse brechas en sus sistemas de seguridad, y ofrecer posibilidades de depósito y retirada de dinero de forma sencilla y completamente cubierta, el usuario se siente más cómodo y seguro. A estas alturas, no hay grandes diferencias entre pagar con una tarjeta de crédito en un establecimiento físico y utilizar esa tarjeta para hacer depósitos en plataformas de casino online.
Los estudios macroeconómicos recientes revelan que la industria del juego ha pasado de ser un entretenimiento para convertirse en uno de los pilares de la economía internacional. Como decíamos, el sector estimula el empleo, dinamiza los potenciales turísticos de una región, motiva inversiones nacionales e internacionales y aumenta la entrada de divisas al país.
Además, es importante destacar que parte de los impuestos recaudados por el juego están destinados a apalancar el presupuesto nacional y beneficiar de forma social a la comunidad.
En definitiva, se trata de una industria en constante crecimiento que se adapta con facilidad a los cambios y evoluciona a la par que la tecnología. De hecho, lo más probable es que muy pronto el juego y la inteligencia artificial, la realidad aumentada o la realidad virtual vayan de la mano para ofrecer experiencias cada vez más inmersivas y, por supuesto, negocios más rentables y prósperos.