El Soconusco, en el sur del estado de Chiapas, fue el último territorio en ser anexado a la República Mexicana.
Existieron más de 300 fincas cafetaleras en los días del auge del café, a inicios del siglo XX. Porfirio Díaz promovió la venta de terrenos y por esa razón arribaron al sur del estado de Chiapas suizos, españoles, alemanes, franceses y mexicanos de otras partes del país, para aventurarse en el cultivo de café.
En un entorno de sierras siempre verdes, niebla y lluvia pertinaz, aparecieron varias fincas grandes y hermosas, que aún hoy generan admiración y ganas de disfrute. Visitar las zonas donde se produce el café mexicano es una grata experiencia para cualquier viajero, pues los sumerge en un ambiente de sabores, olores y panorámicas de incomparable hermosura.
Además, permite conocer el estilo de vida de quienes habitan en estas comunidades rurales. Algunas de las haciendas cafetaleras imperdibles en México son: la Hacienda Coatepec, en el estado de
Veracruz; la Hacienda Pluma Hidalgo, en el estado de
Oaxaca; también en este estado, cerca de Huatulco, destacan las haciendas El Pacífico, El Faro, Copalita y Camila, y la Finca Argovia en la mencionada región del Soconusco, en
Chiapas.