{Así como se maneja la noción de la “economía circular”, misma que está ganando relevancia cada vez más en el medio productivo de nuestro tiempo, como un modelo alternativo al esquema convencional, ya se está comenzando a mencionar el “turismo circular”.

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Este último es una manera de viajar, pero con el mayor respeto posible con el entorno silvestre.

Hablar acerca del turismo cultural es hacerlo acerca de una de las líneas de acción consideradas por el decálogo manejado por The Climate Reality Project Europe. Tales puntos integran un conjunto de soluciones realistas y propositivas con un objetivo doble: impulsar al máximo la economía y al mismo tiempo revertir el cambio climático.

El turismo circular se orienta por este mismo modelo de gran responsabilidad. Según los impulsores de The Climate Reality Project Europe se trata de un esquema de goce turístico que optimice el entorno que se visite y que no sea simplemente una crisol de consumo de productos elaborados en la región o una fuente de distintas acciones polucionantes.

En este sentido, el turismo circular busca disminuir la oferta de vuelos de cercanía para fomentar los traslados en tren, por ser menos contaminantes. También fomenta los viajes cortos a destinos cercanos, especialmente a lugares de gran riqueza silvestre.

Es justo cuando se presenta el entorno post Covid 19 que el turismo circular se presenta como una opción perfecta. Y es que hoy más que nunca el público viajero está buscando pasar sus vacaciones en zonas de naturaleza exuberante y con abundantes espacios abiertos.