Las
haciendas mexicanas son un ejemplo del valioso patrimonio histórico y cultural con que cuenta nuestra nación, una muestra del empeño de quienes buscaron consolidar a la Nueva España como un motor de prosperidad económica. La puesta en práctica de distintos oficios y la cultura de las personas que construyeron las haciendas de México denotan un afán por perseverar, luchar, alcanzar grandeza y encanto.
Por eso es tan importante el rescate y difusión de los valores de estos sitios históricos, tener la posibilidad de conocer detalles acerca de ellos, del modo en que actualmente se les aprovecha y de las variadas actividades culturales y turísticas que se pueden realizar en sus instalaciones. Muchas exhaciendas han sido adaptadas como hoteles de lujo o interesantes museos, pero aun las que solo cuentan con vestigios son atractivas en lo que se refiere a sus orígenes, oficios y su historia en general.
Se puede comprender mejor el desarrollo de las actividades económicas, sociales, ecológicas y culturales del México contemporáneo acercándose a las referencias históricas de las haciendas, e identificándolas como un elemento fundamental de la consolidación de nuestro país.