Las comunidades del noreste del territorio mexiquense fueron escenario del nacimiento y primera etapa de la vida de Sor Juana Inés de la Cruz, conocida como “La Décima Musa”. Así también todos estos lugares del Estado de México son depositarios de extraordinarias muestras de arte virreinal. Y así los visitantes pueden observar, desde antiguos claustros dominicos y franciscanos, hasta adornados retablos de estilo barroco, que datan del siglo XVIII.
Es especialmente admirable la Capilla abierta de Tlalmanalco, Estamos ante un auténtico tesoro de arte plateresco, cuya construcción se remonta al siglo XVI. También es aconsejable visitar el Museo Casa de Madera, en la comunidad de Tenango del Aire, a unos 15 kilómetros al sureste de Chalco. En este sitio se atesora la segunda colección de arte aplicado más significativa de México. Por arte aplicado debe entenderse muebles y utensilios de utilización cotidiana en diferentes épocas. El Museo Casa de Madera abre de martes a domingo de las 9 de la mañana a las 5 de la tarde, y en los fines de semana brinda servicio de restaurante.
Pero entonces llegamos finalmente a la Hacienda de Panoaya, otro de los referentes directos de la vida de Sor Juana Inés de la Cruz. Se encuentra a 8 kilómetros de Tlalmanalco y a 2 kilómetros del Centro de Amecameca. Se trata de una diminuta joya en términos arquitectónicos transformada actualmente en un museo. Allí justamente habitó Sor Juana Inés de la Cruz entre los años de 1651 y 1656.
A un costado de la Hacienda de Panoaya se encuentra el Parque de los venados acariciables, un enorme corral donde se puede alimentar, acariciar e interactuar con venados, borregos, chivos, llamas, camellos, conejos y otros animales.