Ubicado en la comunidad de Tlacotlapilco, Hidalgo, a lo largo de la carretera Progreso–Ixmiquilpan, el Tlaco Balneario se ha consolidado como uno de los destinos preferidos para disfrutar de un ambiente familiar, natural y relajante en el corazón del Valle del Mezquital.

Este espacio combina lo mejor del descanso con la tradición de las aguas termales que caracterizan a la región, ofreciendo una experiencia única donde la tranquilidad del entorno y las bondades curativas del agua se fusionan en un solo lugar.

Un oasis de descanso entre montañas y mezquites

El Tlaco Balneario está rodeado de un entorno natural semidesértico, típico del Valle del Mezquital, donde la vegetación de mezquites, magueyes y nopales se mezcla con las tonalidades ocres de las montañas. El clima templado de la región permite disfrutar del lugar prácticamente todo el año, convirtiéndolo en un refugio ideal para quienes buscan escapar del ritmo acelerado de las ciudades.

Las aguas termales del balneario son su principal atractivo. Brotan naturalmente del subsuelo con una temperatura agradable y constante, lo que las hace perfectas tanto para la relajación como para la salud. Ricas en minerales, estas aguas ayudan a mejorar la circulación, aliviar dolores musculares, reducir el estrés y favorecer el descanso profundo. Muchos visitantes acuden no solo en busca de diversión, sino también para beneficiarse de sus propiedades terapéuticas.

Instalaciones diseñadas para el disfrute familiar

El Tlaco Balneario cuenta con una infraestructura completa y bien cuidada, pensada para ofrecer comodidad y diversión a sus visitantes. Sus amplias albercas termales son ideales para disfrutar en familia, mientras que los toboganes y chapoteaderos hacen las delicias de los más pequeños.

El espacio también dispone de palapas, áreas verdes y asadores, perfectos para organizar comidas campestres o simplemente descansar bajo la sombra mientras se disfruta del paisaje. Para quienes prefieren pasar más de un día, el balneario ofrece zonas destinadas al campismo, donde es posible pasar la noche bajo el cielo estrellado del Mezquital, escuchando el murmullo del viento y el canto de los grillos.

Además, el lugar mantiene una limpieza y seguridad ejemplares, con personal atento que brinda orientación y servicios a los visitantes. Todo está dispuesto para que familias, grupos escolares o excursionistas vivan una jornada placentera en contacto con la naturaleza.

El poder curativo de las aguas termales del Mezquital

La región del Valle del Mezquital ha sido reconocida desde tiempos prehispánicos por la calidad de sus manantiales termales. Los antiguos pueblos otomíes consideraban estas aguas un regalo sagrado de la tierra, empleándolas en rituales de purificación y sanación. Con el paso de los siglos, estas tradiciones se transformaron en parte esencial de la identidad hidalguense, y hoy los visitantes continúan aprovechando las bondades naturales que el subsuelo ofrece.

En el Tlaco Balneario, los visitantes pueden sentir esa herencia viva mientras se sumergen en sus albercas. La sensación del agua tibia, la quietud del entorno y el aire puro del valle crean un ambiente propicio para la renovación física y espiritual. No es casualidad que muchos turistas lo consideren uno de los sitios más reconfortantes de la zona.

Ecoturismo y aventura en los alrededores

Visitar el Tlaco Balneario también es una oportunidad para descubrir los atractivos naturales y culturales que rodean la región. A pocos kilómetros se encuentra la ciudad de Ixmiquilpan, famosa por sus templos coloniales, sus mercados tradicionales y su gastronomía. En el camino, los viajeros pueden disfrutar de paisajes espectaculares, pueblos pintorescos y zonas ideales para practicar senderismo, ciclismo o fotografía de naturaleza.

Entre los destinos más destacados del área se encuentran el Parque EcoAlberto, que ofrece actividades de aventura como tirolesas y caminatas nocturnas, y el Balneario Dios Padre, otro de los grandes referentes turísticos de Hidalgo. Sin embargo, quienes buscan un ambiente más tranquilo y familiar prefieren los espacios como Tlaco, donde la calma y el contacto directo con el entorno son los protagonistas.

Gastronomía hidalguense: un complemento perfecto

Una visita a este balneario no estaría completa sin probar la deliciosa gastronomía regional. En los alrededores de Tlacotlapilco se pueden encontrar pequeños restaurantes y fondas donde se sirven platillos típicos como el ximbó, la barbacoa de borrego, los mixiotes o las carnitas al estilo del Mezquital. También es posible degustar bebidas tradicionales como el pulque natural o curado, una especialidad local que forma parte de la herencia cultural de los pueblos otomíes.

El ambiente familiar se complementa con la hospitalidad de los lugareños, siempre dispuestos a compartir historias, ofrecer recomendaciones o simplemente conversar con los visitantes. Esa calidez humana es, sin duda, uno de los mayores encantos del lugar.

Tradición, descanso y naturaleza

El Tlaco Balneario no solo es un sitio de recreación, sino también un espacio donde la tradición y la naturaleza se entrelazan. Cada rincón del lugar invita al descanso y a la conexión con los elementos, recordando que la vida puede disfrutarse con sencillez y armonía. Ya sea para un viaje de fin de semana, una excursión familiar o una escapada romántica, este destino ofrece todo lo necesario para vivir momentos inolvidables.

Además, el costo accesible de entrada, la facilidad de acceso por carretera y su ubicación estratégica entre Progreso de Obregón e Ixmiquilpan lo convierten en una opción perfecta para los viajeros que desean explorar los tesoros termales de Hidalgo sin recorrer largas distancias.

Un destino para reconectar con uno mismo

En tiempos donde el descanso y el contacto con la naturaleza son más necesarios que nunca, lugares como el Tlaco Balneario se vuelven auténticos refugios. Aquí, el visitante puede dejar atrás la rutina, sumergirse en las aguas termales, respirar aire puro y reencontrarse con el silencio del campo.

El sonido del agua, el calor natural que brota de la tierra y la vista de las montañas crean una experiencia profundamente relajante. En este rincón del Valle del Mezquital, la naturaleza invita a detenerse, a disfrutar el momento y a redescubrir la calma que muchas veces se pierde en la vida urbana.

Dirección: Carretera Progreso – Ixmiquilpan, 42757 Tlacotlapilco, Hidalgo

Contacto

Teléfono: 01(738) 724 78 45 y 46 / 01(738) 724 7844

Correo: informes@tlacoac.com / paetlaco@yahoo.com.mx

Sitio web: www.tlacoac.com.mx

Facebook: www.facebook.com/tlacoac

Ubicación

Carretera Progreso – Ixmiquilpan km 16, Tlacotlapilco, Hidalgo

Balneario Tlaco


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