Balneario El Puertecito Balnearios de Mexico

En el corazón tropical del estado de Colima, entre el calor costero y la frescura de sus ríos, se encuentra el Balneario El Puertecito. A tan solo 16 kilómetros del municipio de Armería, este sitio se ha convertido en un refugio natural para quienes buscan escapar del ritmo acelerado de la ciudad y sumergirse en un entorno apacible.

El Puertecito no es un balneario tradicional con albercas de cemento y toboganes; aquí, la naturaleza es la anfitriona principal. Las aguas cristalinas fluyen con calma entre rocas lisas, rodeadas por árboles que brindan sombra y un ambiente relajado, ideal para nadar, refrescarse o simplemente descansar.

Belleza natural en estado puro

Las pozas naturales que conforman este balneario han sido esculpidas por la corriente del río El Puertecito, que desciende suavemente entre formaciones rocosas y áreas verdes. Estas piscinas naturales varían en tamaño y profundidad, lo que permite a visitantes de todas las edades disfrutar de una experiencia segura y placentera. Algunas pozas son poco profundas, ideales para niños, mientras que otras ofrecen una mayor profundidad para quienes buscan nadar o simplemente flotar bajo el sol. El reflejo del cielo en el agua, el murmullo del río y el canto de las aves crean un paisaje sonoro y visual que invita a la meditación y al descanso.

Un balneario rústico y accesible

Una de las mayores virtudes de El Puertecito es su accesibilidad. A pesar de estar rodeado de naturaleza, llegar es sencillo. El camino desde la ciudad de Colima o desde Tecomán es corto y pintoresco, y al acercarse, el entorno se vuelve cada vez más verde y silvestre. Aunque el lugar no cuenta con infraestructura turística desarrollada, esa misma falta de artificios es lo que le da su encanto. El acceso es gratuito o de bajo costo, y no existen horarios restrictivos: el balneario permanece abierto las 24 horas del día, los siete días de la semana, lo que brinda libertad absoluta para planear la visita según el ritmo de cada visitante.

Servicios básicos con esencia local

El Puertecito no dispone de grandes restaurantes ni hoteles, pero sí ofrece lo esencial para una experiencia cómoda y segura. En los alrededores hay espacios para estacionar, zonas de sombra ideales para colocar una lona o hacer un picnic, y caminos de tierra que permiten explorar el entorno. En fines de semana, algunos habitantes de comunidades cercanas instalan puestos improvisados donde venden botanas, bebidas frías, fruta fresca y otros antojitos. Esta interacción con los locales aporta un toque genuino a la experiencia y permite apoyar la economía de la región.

Paraíso para quienes buscan desconexión

El Balneario El Puertecito es ideal para quienes desean desconectarse del estrés cotidiano, sin recurrir a resorts ni destinos comerciales. Aquí no hay señal de celular constante ni conexión Wi-Fi; en su lugar, hay tiempo, agua fresca, sombra de árboles y la compañía de quienes decidan acompañarte. Este tipo de turismo de bajo impacto es perfecto para quienes desean practicar una conexión más profunda con el entorno natural, lejos del bullicio turístico.

Consejos para disfrutar tu visita

Para aprovechar al máximo la experiencia, se recomienda llevar protector solar biodegradable, repelente de insectos, agua potable, gorra o sombrero y una lona o silla portátil. Aunque el lugar es seguro, no cuenta con salvavidas, por lo que es importante extremar precauciones si se visita con niños o personas mayores. También se sugiere llevarse la basura y evitar dejar residuos que puedan afectar el ecosistema del río. Por respeto al entorno y a otros visitantes, se recomienda mantener la música a bajo volumen y evitar objetos de vidrio.

Cómo llegar a El Puertecito

Desde la ciudad de Colima, el trayecto en coche toma aproximadamente 45 minutos. Se debe tomar la carretera hacia Armería y seguir las señales locales que conducen al balneario. El último tramo puede incluir caminos de terracería, por lo que se recomienda manejar con precaución, especialmente en temporada de lluvias. También es posible llegar desde Tecomán, siguiendo rutas similares hacia el sur. Aunque no hay transporte público directo al sitio, algunos taxis de Armería o servicios de transporte local pueden llevarte hasta la entrada.

Comparado con otros balnearios de la región

Colima cuenta con otros espacios recreativos como El Cahuite, El Hervidero o las aguas termales de Comala, pero El Puertecito ofrece una experiencia distinta. Mientras otros balnearios han incorporado infraestructura turística o han sido modificados para recibir a un público masivo, este rincón permanece fiel a su origen natural. Aquí no hay toboganes ni piscinas artificiales, sino pozas nacidas del cauce del río, rodeadas de árboles y vegetación silvestre. Esta diferencia lo convierte en un destino ideal para quienes priorizan la tranquilidad sobre el entretenimiento estridente.

Turismo sustentable y consciente

Visitar El Puertecito implica asumir una actitud de respeto por la naturaleza. La experiencia se vuelve más enriquecedora cuando se adopta una perspectiva sustentable: caminar con cuidado, recoger la basura, no cortar ramas ni alterar el curso del agua. Muchas familias locales visitan este balneario con frecuencia, y su mantenimiento depende tanto del cuidado comunitario como de la conciencia de quienes llegan de fuera. Convertirse en un visitante responsable es parte de la aventura, y deja una huella positiva tanto en el entorno como en la memoria personal.

Un lugar para volver

Quienes visitan El Puertecito suelen regresar. La sencillez del entorno, la frescura del agua y el ambiente apacible hacen que la experiencia se grabe en la memoria. No importa si se va en pareja, con amigos o en familia; el lugar invita al descanso, a la contemplación y al gozo simple de nadar en un río transparente. Es un destino perfecto para reconectar con la tierra, con el cuerpo y con el tiempo libre, en un espacio donde la naturaleza marca el ritmo.

El Puertecito es una serie de estanques naturales ubicados a 16 km del municipio de Armería, en Colima, que nacen del afluente del río del mismo nombre y que constituyen espacios de recreación natural para los visitantes locales y foráneos, rodeados del impresionante paisaje del estado colimense.