Una mágica vista al Zócalo

Poco puedo decir de nuestro último viaje a la Ciudad de México, mi esposa y yo nos la pasamos increíble, sobre todo, gracias al hermoso hotel que encontramos.


A mediados del año pasado, tanto mi esposa como yo nos preguntamos a dónde podríamos ir para nuestras vacaciones y, como vivimos cerca del mar, pues las playas no eran una opción. Tal pareciera que la computadora estaba escuchando nuestra conversación, pues a los pocos días nos comenzó a mostrar la publicidad de un hotel frente al Zócalo de la Ciudad de México.


Evidentemente las imágenes que vimos fueron de un hotel de estilo colonial que, para nuestra sorpresa, parecía muy moderno y cómodo en el interior. Entonces, inmediatamente comenzamos a platicar sobre el tema y nos dimos cuenta de ya teníamos cerca de 30 años de no haber visitado la capital. De hecho, yo no había ido desde los 15, más o menos. Así que sin pensarlo mucho, decidimos que la Ciudad de México sería nuestro próximo destino.


Así que, sin tardarnos mucho reservamos los vuelos y comenzamos a planear las actividades que íbamos a hacer. Tras unas semanas de planes, nos dimos cuenta de que fue tanta nuestra emoción que olvidamos por completo reservar el hotel y, para colmo, ni siquiera nos acordabamos del nombre del hotel que nos había inspirado.


Para nuestra buena suerte, no hay nada que no se encuentre en Internet. Entonces, en un abrir y cerrar de ojos descubrimos que el Hotel se llamaba Zócalo Central. Más tardamos en encontrar el nombre que en reservar una habitación. He de decirte que lo mejor opción para nosotros fue la habitación para matrimonio que, además de las tipicas caracteristas de cualquier hotel, tenía un impresionante balcón con vista directa a la Catedral y al Palacio Nacional.


Los días pasaron volando y llego el tan esperado viaje. Admitó que me sentía muy emocionado y digo, ¿quién no lo hace mientras espera un avión en el aeropueto?


Unas cuantas horas más tarda, llegamos a la ciudad. Recuerdo que lo primero que llamo mi atención fue su inmensidad desde el cielo. Dirán que soy un provinciano, pero pocas veces había visto una mancha urbana tan grande. Tan pronto como salimos del aeropuerto, le dije a mi esposa que debíamos llevar las maletas al hotel para ya comenzar la aventura.


Bueno, para no hacer la historia tan larga, cuando llegamos al hotel nos dimos cuenta que habiamos viajado en el tiempo. Todo Zócalo Central tiene un aire tan clasico que tal pareciera estaba viendo la Ciudad de México que había conocido con mis padres años atrás.


Definitivamente, este hotel fue el mejor acierto del viaje. Además de la comodiad y la emoción, al estar ubicado justo en el centro, hace que todo quede cerca. Recuerdo que en una mañana conocimos el Zócalo, el Palacio de Bellas Artes, la Alameda y el Monumento a la Revolución.


Así que si estás pensando en visitar la Ciudad de México y hospedarte en el Zócalo Central, puedes estar seguro que este hotel es totalmente recomendado.

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