Llega el verano y en lo primero que piensas es en el mar, la brisa y en todo lo hermoso que ofrece. Rápidamente empiezas a hacer planes para unas vacaciones en la playa en busca de liberar el estrés de la rutina y obtener el bronceado perfecto. Pero ¿qué riesgos conlleva vacacionar en el mar y exponer nuestra piel ante él?
Cuando vamos a la playa, por divertido que sea, exponemos nuestra salud. Desde la exposición solar hasta el contacto con el mar pueden generar efectos negativos en nuestra piel.
Por ejemplo, el agua del mar propicia su resequedad a causa de la excesiva sal que contiene, que a su vez provoca rajaduras en la dermis. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el agua del mar contiene entre cuatro a diez toneladas de residuos polímeros y plásticos. Esto ocurre en la mayoría de países que no cuentan con políticas contra la contaminación, ya que una gran cantidad de desechos terminan en los océanos.
Por otro lado, algunas consecuencias de la continua exposición a los rayos ultravioletas del sol son: envejecimiento prematuro, manchas, arrugas, cáncer y otros males en nuestra dermis. En el caso del envejecimiento prematuro, los expertos indican que el 80% es provocado por los rayos ultravioletas del sol y el 20% restante es por la cronología de la edad del ser humano.
Asimismo, expertos en el tema indican que en el mar esta exposición se incrementa. Esto se debe a que el viento que corre por los alrededores de una playa transporta los rayos del sol sutilmente hasta nuestra piel, logrando penetrar en ella. Estas corrientes de aire suelen aumentar hasta en un 80 % la efectividad de tostar la piel.
Estas son algunas recomendaciones que debes tener en cuenta si expones tu piel en el mar:
El ser humano necesita de muchos alimentos para prevenir enfermedades y de esta forma, proteger su salud. Es por ello que, para estas épocas veraniegas el consumir frutas y verduras frescas es totalmente necesario. Estos alimentos aportan grandes cantidades de vitaminas y antioxidantes a la piel.