La tequilana Weber o agave azul únicamente crece en algunas entidades del occidente de nuestro país.
En Tequila, Arenal y Amatitán, en el estado de
Jalisco, en las faldas del volcán Tequila, aparecieron las primeras haciendas dedicadas ex profeso a la producción de la famosa bebida mexicana.
Muchas de estas
haciendas aún perduran, ya que han sido heredadas de generación en generación. Un ejemplo es la de Santo Tomás, la cual en sus inicios se dedicaba a la extracción minera, y hoy es una referencia en la producción de tequila. Otra importante hacienda tequilera es la de Don José del Refugio, misma que hoy en día es conocida como la fábrica de Herradura.
Otras haciendas dedicadas al negocio del tequila que ningún turista y viajero de México se debe perder son: la Quinta del Retiro, hoy en día Hacienda Sauza; la hacienda que fuera fundada por la familia Cuervo en 1795, la Riojana, y la hacienda porfiriana La Providencia, misma que hoy en día yace abandonada por completo.
Al pasear por las haciendas tequileras se tiene la oportunidad de degustar deliciosas pruebas de tequila en su ambiente natural. También es interesante observar las faenas de los jimadores y conocer el proceso de destilación de esta rica bebida.