Las actividades relacionadas con la minería fueron durante largo tiempo el principal motor económico en México y España.
Las cantidades de oro y de plata que se extrajeron de las minas del país fueron tan cuantiosas que sirvieron para financiar grandes planes bélicos y amasar enormes fortunas, tanto en el interior de la Nueva España como en el extranjero. Quedan muy pocas haciendas enfocadas a la minería en nuestro país, en especial considerando que México ha estado reconocido desde siempre como uno de los principales productores de plata en todo el mundo.