Las actividades turísticas que se llevan a cabo en las
haciendas mexicanas por lo general se centran en tres áreas; una de ellas es el sector del alojamiento, pues numerosas haciendas han sido acondicionadas como hoteles u hoteles spa para ofrecer toda clase de comodidades a las personas que se alojan en ellas.
Otras son las haciendas que han sido adaptadas a manera de balnearios o centros de descanso. Ese es el caso de la morelense
Hacienda de Temixco, un lugar lleno de variadas diversiones y alternativas para la relajación.
Por último, tenemos a las haciendas que han sido transformadas en museos y espacios para la difusión cultural.