Descubriendo la imponente Ciudad Juárez

Bajo el ritmo de las grandes ciudades, Benito Juárez es la frontera norte de México y paso obligado para los turistas que se mueven por Centroamérica y viajan con destino hacia Estados Unidos. Juárez sobrevivió con creces al terremoto de 1985 y hace mucho tiempo que dejó ser un mero lugar de paso, para transformarse en una escala ideal que los turistas disfrutan gracias a la variedad y el abanico de ofertas culturales, gastronómicas y recreativas.


La actividad comercial de Juárez transformó a este barrio mágico en un polo industrial. El crecimiento exponencial se debe en parte a la Revolución de la Frontera, y es en el Museo homónimo dónde se puede recrear parte importante de la Revolución mexicana con el mejor material audiovisual y salas perfectamente acondicionados.


Si deseas respirar aire puro


Juárez tiene al Parque El Chamizal, un pulmón importante dónde puedes pasear a caballo y acampar a orillas del lago. Existe una particularidad que demuestra la estrecha cercanía entre Juárez y Estados Unidos, ya que hasta fines de la década del 70´este territorio perteneció a los norteamericanos producto de los cauces del Río Bravo.


Cuando caiga la noche, prepara la cámara para tomar las mejores postales de la Catedral que se ilumina y destaca desde la lejanía. Las torres de arquitectura neoclásica brillas con orgullo desde 1935 y son la sede de la diócesis de Juárez. Otro punto imperdible es el Monumento a Benito Juárez. Párate por delante y mira hacia arriba para descubrir los casi tres metros de inmensidad que llegaron desde Italia para homenajear en mármol a la épica de Benito Juárez García.



Si eres amante del turismo aventura, te recomendamos moverte hacia el desierto de Salamayuca a través de la renta de vans cd juarez que te llevan hacia este destino impactante al mejor precio, y con el mejor servicio. Prepara tu equipo de aventura, llena tu cantimplora y embárcate hacia la inmensidad de la arena y las impredecibles dunas que ofrecerán resistencia a tu tabla de sandboard o la bicicleta de arena que puedes rentar.


Otra opción que te ofrecerán los prestadores de servicios de vans es el de Paquimé. Declarada Patrimonio Cultural de la humanidad por la UNESCO gracias a su arquitectura única y su antiguo comercio de turquesas, conchas, guacamayas, plumas y cerámica que la transformó en la región arqueológica más importante del norte mexicano. El viaje será mucho más largo, similar a esperar a que migre tu mejor amigo, ya que entre Juárez y Paquimé hay poco menos de 300 kilómetros de ruta. Ten paciencia, porque el destino merece la pena las horas de viaje.


Una vez que llegues a Paquimé te toparás con restos de una civilización que data del siglo XV. Las ruinas permanecen en perfecto estado y son el fiel reflejo de un abandono precoz por parte de sus antiguos habitantes que dejaron atrás las paredes de adobe que conforman un laberinto inmenso en el corazón del desierto.


De vuelta en Juárez, cuando llegue la hora del almuerzo, o se acerca la cena y no tienes ganas de cocinar. Sal del hotel, hostel o habitación compartida y pregunta por el Tragadero. Apenas llegues quedarás impactado por los fanáticos de la actividad taurina, a escasos metros de la Plaza Toros. Si prefieres ir a un bar con toda la onda y el ritmo de Juárez, Kentucky es el bar principal que nuclea a la juventud al ritmo de la mejor música.

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