Desde lo más profundo del subsuelo de San Luis Potosí surgen borbotones de aguas termales, de una tonalidad azul como el zafiro.
Se trata de un balneario natural: la Laguna de la Media Luna. Torrentes de agua diáfana abastecen el caudal del cuerpo de agua más importante del estado. Se trata de un sitio magnífico para la práctica del esnórquel y el buceo, así como para pasar en familia magníficos fines de semana acampando en sus exuberantes áreas verdes.