Sin el agua no podemos vivir. El agua es un bien escaso e imprescindible para la mera supervivencia de nuestra especie. Sin agua, no hay vida. Es así de sencillo. Además, presenta unas propiedades que hacen que sea un elemento único. Y esto es algo que a nuestros antepasados no les costó mucho asimilar. Hoy vamos a hacer un breve repaso de cómo el agua ha marcado el devenir de la civilización humana y de su amplia presencia en la cultura popular.

El agua, un bien que solo ha estado disponible a gran escala en los últimos tiempos

Podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que somos unos verdaderos privilegiados en lo que al agua se refiere. Nuestros barrios más hermosos, como los barrios mágicos de Culhuacán y Santa María Magdalena Atlitic, pueden presumir de enormes estanques con preciosas fuentes que sirven como espacios de relajación y ornamento. Cuando queremos divertirnos y pasar un buen día, solos o acompañados, tenemos la posibilidad de acudir a alguno de los grandes balnearios del país. E incluso podemos ir a algún parque acuático para disfrutar del agua como nunca. O beneficiarnos de unos buenos baños de aguas termales. Pero lo cierto es que estos son lujos propios de nuestra era.

A un ser humano de hace apenas un siglo, le parecían una quimera, un sueño imposible. No podemos olvidar que la disponibilidad del agua a gran escala es cosa del mundo actual y únicamente en ciertas partes del planeta. Hoy, afortunadamente, hasta existe una web oficial con información actualizada sobre el estado del agua en nuestras cuencas. Eso no quita que haya todavía grandes desafíos que resolver, pero se avanza en la buena dirección. Un cambio increíble en cuestión de apenas unas décadas.

Los orígenes de la civilización: cuando había que ir a por el agua y no al revés

Hoy estamos acostumbrados a que, tras abrir un grifo, salga un chorro de agua limpia. Podemos decir que el agua viene a nosotros. Pero si echamos la vista atrás en la historia de la humanidad, veremos que esto es algo propio solamente de los últimos tiempos. Desde siempre ha sido el hombre el que ha tenido que acudir a por el agua y no al contrario como sucede en nuestros días. Así, todas las grandes civilizaciones se han asentado cerca de masas de agua que les han permitido regar, navegar y, en definitiva, prosperar.

El agua, uno de los grandes protagonistas de la cultura popular

Este breve artículo monográfico sobre el agua quedaría incompleto si no hiciésemos un pequeño repaso sobre la fuerte presencia que ha tenido (y sigue teniendo) el agua en el mundo de la cultura popular. ¿Quién no ha gozado, por ejemplo, leyendo clásicos de la literatura universal como Moby Dick, novela en la que el agua era prácticamente el escenario de toda la trama? ¿O quién no ha disfrutado en uno de los casinos online de éxito de alguna tragaperras de temática acuática, como Treasures of Lion City, que nos teletransporta al fondo del mar para encontrar un tesoro oculto, o como Mermaids Millions, que nos pone en la piel de una sirenita que quiere atesorar grandes riquezas ocultas en el océano? Tampoco podemos olvidar la enorme presencia de la temática acuática en el séptimo arte. Películas taquilleras como Titanic, dentro del top 5 de películas con mayor recaudación de la historia, dan buena fe de ello.

El agua, motor de crecimiento inicial de las grandes ciudades de hoy

¿Qué tienen en común la gran mayoría de grandes urbes mundiales en nuestra época? Que prácticamente todas crecieron a partir de un asentamiento inicial a orillas de un río o de una masa de agua importante. El río Manzanares en Madrid. El río Sena en París. El río Támesis en Londres. El río Hudson en Nueva York. Y, cómo no, está el caso de la ciudad de Tenochtitlan, levantada sobre las aguas del lago de Texcoco, masa de agua repleta de curiosidades donde las haya.