Balneario Six Flags Hurricane Harbor Oaxtepec Balnearios de Mexico

En el soleado Valle de Morelos, a solo 80 kilómetros de la Ciudad de México, donde las colinas verdes custodian manantiales ancestrales, se despliega un paraíso de olas y emociones: Six Flags Hurricane Harbor Oaxtepec.

Ubicado en México – Cuautla Km. 27 + 200, Centro, 62738 Oaxtepec, Mor., este parque acuático de 27 hectáreas es un imán para familias y buscadores de adrenalina. Imagina toboganes vertiginosos que desafían la gravedad, ríos perezosos que mecen el alma y piscinas de olas que rugen como el océano: aquí, el agua se convierte en diversión pura. Si anhelas un destino turístico refrescante, accesible y rebosante de atracciones, Hurricane Harbor Oaxtepec es tu boleto a un día inolvidable, donde el calor de Morelos se transforma en frescura y risas.

Raíces Refrescantes en el Valle de Oaxtepec

Hurricane Harbor Oaxtepec abrió sus puertas en 1990 como Parque Acuático Oaxtepec, un pionero en el ocio acuático mexicano inspirado en los manantiales termales de la región prehispánica. En 2017, Six Flags lo adquirió y lo elevó a estándares mundiales, convirtiéndolo en el parque acuático más grande de México con más de 20 atracciones. Adyacente a las ruinas del Ex Convento de Santo Domingo, este rincón de 27 hectáreas rinde homenaje al ingenio azteca en el manejo del agua, fusionado con tecnología moderna. Hoy, en 2025, con su piscina de olas más grande de América Latina —Hurricane Bay—, se posiciona como un epicentro de diversión estacional, reabriendo el 27 de febrero para la temporada de calor. Es un tributo al equilibrio entre naturaleza y entretenimiento, invitando a visitantes a explorar un legado acuático en el corazón de Morelos, donde cada chapuzón evoca la vitalidad de antiguos baños rituales.

Un Oasis Acuático con Acceso Fácil

Llega por la carretera Cuautla y siente cómo el aroma a pino y cloro fresco te envuelve. La entrada es práctica: boletos desde 499 pesos en línea para adultos, 399 para niños y seniors, con descuentos para residentes de CDMX y pases anuales que incluyen acceso ilimitado. Rampas universales, vestidores inclusivos y áreas sombreadas por palapas aseguran comodidad para todos. Con 4.4 estrellas en reseñas locales, el parque destaca por su flujo eficiente: no hay aglomeraciones eternas, solo el rugido de las olas y el sol filtrándose entre palmeras tropicales. Aunque vasto, su diseño circular facilita el recorrido, desde toboganes extremos hasta zonas infantiles, convirtiendo una visita en una jornada completa de hidratación y euforia bajo el cielo morelense.

Atracciones de Adrenalina que Aceleran el Pulso

El alma del parque late en sus toboganes de alta velocidad, diseñados para valientes que buscan el rush. Anaconda es un monstruo de doble pista: desciende 20 metros en una serpiente de curvas cerradas, alcanzando 50 km/h en oscuridad total, donde la adrenalina se multiplica por la sorpresa de giros inesperados. Para competidores, Aqua Racers ofrece carreras lado a lado en balsas transparentes, con rampas que lanzan a los riders a velocidades de 40 km/h, ideal para medir fuerzas en familia. Shark Attack simula un submarino en crisis: un tobogán tubular con “ataques” de luces y sonidos de tiburones, culminando en una caída libre que deja el corazón en la garganta. No menos impactante, Twister Race envuelve a cuatro participantes en un remolino de espirales entrelazadas, donde el vértigo se comparte en un duelo de gritos y salpicones.

Para los audaces extremos, Typhoon es un torbellino vertical: sube en un elevador hidráulico y libera una caída de 15 metros en un embudo giratorio, combinando altura y rotación para una experiencia que desafía el equilibrio. Volcadero Blaster, el rey de la erupción, propulsa balsas en un cráter simulado con chorros de agua y explosiones visuales, alcanzando picos de 60 km/h en secciones cerradas. Estos atractivos, accesibles para mayores de 1.20 m, operan con sistemas de seguridad de vanguardia, permitiendo repeticiones rápidas en días de bajo flujo. En octubre, con el Festival del Terror, estos toboganes se transforman: luces rojas y niebla los convierten en pasajes embrujados, fusionando frescura con sustos nocturnos.

Zonas Familiares y Relajación en Corriente

Más allá de la velocidad, el parque ofrece oasis para flotar y conectar. Adventure River, un río lento de 800 metros, serpentea por la vegetación tropical en tubos inflables, con corrientes suaves que duran 20 minutos de paz absoluta, pasando cuevas iluminadas y cascadas artificiales. Es perfecto para desconectar, con paradas en estaciones de flotadores para ajustar el ritmo. La joya colectiva es Hurricane Bay, la piscina de olas más grande de América Latina: genera olas de hasta 2 metros en ciclos de 90 segundos, simulando un mar embravecido donde cientos se lanzan en balsas o a nado, creando un espectáculo de espuma y euforia grupal. Para ritmos tranquilos, las piscinas de calma permiten flotar sin prisas, con hidromasajes que masajean músculos cansados.

Los fines de semana, shows acuáticos en el anfiteatro central animan con coreografías sincronizadas y chorros danzantes, gratuitos e hipnóticos. En temporada baja, estos espacios se extienden con zonas VIP de cabanas privadas, equipadas con servicio de bebidas y sombra ilimitada, elevando la relajación a lujo accesible.

Atracciones Infantiles que Despiertan la Imaginación

Para los más pequeños, Coconut Bay es un archipiélago de maravillas: un área temática de playa con toboganes mini de 5 metros, piscinas interactivas con chorros sorpresa y un barco pirata hundido para trepar y salpicar. Diseñada para alturas de 0.90 m, incluye castillos de agua que rocían desde torres de coco, fomentando exploración segura. Cawabunga Cove añade cuevas acuáticas y columpios flotantes, donde niños construyen fortalezas con bloques flotantes mientras padres vigilan desde hamacas. Estas zonas, sombreadas al 70%, combinan juego libre con elementos educativos como murales de vida marina, asegurando horas de diversión sin agotamiento. En octubre, se visten de calabazas flotantes para un toque festivo, extendiendo la magia a los peques.

Sabores Tropicales que Refuerzan la Diversión

La gastronomía inyecta energía a cada bajada. En quioscos junto a Hurricane Bay, prueba:

Tacos de camarón en salsa de coco: frescos mariscos rebozados en coco rallado, con mango picante para un twist morelense.
Churros rellenos de cajeta: crujientes con relleno de dulce de leche, espolvoreados en canela, ideales post-tobogán.
Pozole verde veraniego: caldo ligero con pollo, aguacate y radicheta, adaptado al calor con limón fresco.
Elotes locos con chamoy: maíz untado en crema, queso y chamoy pegajoso, un clásico mexicano refrescante.
Aguas frescas de jamaica o piña colada: heladas y vitamínicas, con toques de coco para evocar el trópico.
Helados de sabores exóticos: como tamarindo o guayaba, cremosos y servidos en conos de galleta.