El estado de Yucatán es famoso por la gran cantidad de cenotes que forman parte de su geografía y su historia. Estos cuerpos de agua subterráneos no solo fueron sagrados para los mayas, sino que también representan uno de los mayores atractivos turísticos de la región.
Entre ellos destaca el Cenote San Ignacio, ubicado en el municipio de Chocholá, a unos 20 minutos de la ciudad de Mérida. Este cenote combina la belleza natural de sus aguas cristalinas con instalaciones que permiten a los visitantes disfrutar de un día completo de esparcimiento, cultura y contacto con la naturaleza.
Un cenote con encanto especial
El Cenote San Ignacio, también conocido como “Tunich Ha”, es un cenote subterráneo que ofrece una experiencia única desde el momento en que se ingresa. Para acceder a él, los visitantes descienden por una escalera que los conduce a una bóveda natural iluminada de manera estratégica, lo que permite admirar las formaciones rocosas y el intenso color azul del agua.
El agua del cenote es fresca y cristalina, con una profundidad que varía en diferentes zonas, lo que lo hace adecuado tanto para nadadores experimentados como para quienes desean simplemente refrescarse y relajarse. El ambiente es íntimo y acogedor, ya que el cenote se encuentra protegido dentro de una caverna, lo que brinda una sensación de misterio y tranquilidad.
Instalaciones y servicios para los visitantes
A diferencia de otros cenotes más rústicos, el Cenote San Ignacio cuenta con instalaciones pensadas para hacer la visita más cómoda. En la superficie se encuentran áreas de descanso, palapas, camastros y una piscina al aire libre, lo que permite complementar la experiencia subterránea con un día de recreación bajo el sol.
El lugar también ofrece servicios de restaurante, donde los visitantes pueden degustar platillos típicos de la gastronomía yucateca, como la cochinita pibil, los panuchos o los salbutes. Esta opción es ideal para quienes desean vivir una experiencia completa que incluya no solo la exploración del cenote, sino también el disfrute de la riqueza culinaria local.
Otros servicios incluyen estacionamiento, vestidores, baños y renta de chalecos salvavidas, lo que garantiza la seguridad y comodidad de las familias y grupos que acuden.
Una experiencia natural y cultural
El Cenote San Ignacio no solo es un atractivo natural, sino que también se relaciona estrechamente con la cultura maya. Los cenotes eran considerados portales al inframundo y lugares sagrados donde se llevaban a cabo rituales. Aunque hoy el cenote se disfruta principalmente como espacio recreativo, conserva ese halo de misticismo que caracteriza a estas formaciones geológicas únicas en el mundo.
Además, la caverna que lo rodea crea un entorno perfecto para la contemplación y la fotografía. El contraste entre la roca caliza y el azul del agua convierte a este lugar en un escenario ideal para quienes buscan inmortalizar su visita con imágenes espectaculares.
Entorno turístico de Chocholá
El municipio de Chocholá ha ganado renombre como un destino emergente dentro del turismo en Yucatán, en parte gracias a sus cenotes. Ubicado a solo media hora de Mérida, se ha convertido en un punto estratégico para quienes desean explorar la naturaleza sin alejarse demasiado de la capital del estado.
El entorno de Chocholá es rico en tradiciones. El pueblo conserva la esencia de la vida yucateca, con sus calles tranquilas, su iglesia colonial y sus festividades locales. Los visitantes pueden complementar su visita al cenote recorriendo el centro del poblado, disfrutando de la hospitalidad de sus habitantes y degustando la gastronomía típica que se ofrece en pequeños restaurantes y fondas.
Asimismo, en los alrededores existen otras opciones turísticas como haciendas henequeneras que han sido restauradas para mostrar parte de la historia del “oro verde” que impulsó la economía yucateca en los siglos XIX y XX. Estas visitas ofrecen un panorama cultural que se suma al atractivo natural de los cenotes.
Cercanía con otros destinos
El Cenote San Ignacio también es un excelente punto de partida para explorar otros destinos del estado. Su cercanía con Mérida permite combinar un día de naturaleza con recorridos culturales por museos, parques y mercados de la ciudad.
Por otro lado, se encuentra en la ruta hacia Uxmal, una de las zonas arqueológicas más importantes de Yucatán. Esto hace posible organizar itinerarios que incluyan el disfrute del cenote y la visita a una de las expresiones más notables de la arquitectura maya.
Además, la región cuenta con otros cenotes y atractivos naturales, lo que brinda la oportunidad de planear recorridos temáticos para quienes desean adentrarse más en la riqueza subterránea de la península.
Un destino para todas las edades
La accesibilidad y las instalaciones del Cenote San Ignacio lo convierten en un lugar ideal para visitantes de todas las edades. Las familias con niños pueden disfrutar de la seguridad que ofrece la renta de chalecos y las áreas de descanso, mientras que los grupos de amigos encuentran en este sitio un espacio perfecto para la aventura y la convivencia.
También es una opción atractiva para parejas que buscan un ambiente romántico y diferente, ya que el entorno subterráneo crea una atmósfera íntima y especial.
Un espacio de magia y frescura
El Cenote San Ignacio en Chocholá es un destino que conjuga la magia de la naturaleza con la comodidad de instalaciones modernas. Su ambiente subterráneo, sus aguas cristalinas y el entorno cultural que lo rodea lo convierten en una experiencia inolvidable para quienes buscan conectar con la esencia de Yucatán.
Ya sea como parte de un recorrido turístico por la península, una escapada de fin de semana desde Mérida o una experiencia única en contacto con la cultura y la naturaleza, este cenote representa una joya que merece ser descubierta.
Visitarlo es sumergirse, literalmente, en la historia y la belleza de la tierra yucateca, donde cada rincón guarda un misterio y cada visita deja una huella imborrable.
A solo 20 minutos de Mérida, Yucatán, se encuentra la comunidad de Chocholá, hogar del cenote San Ignacio, las grutas de Calcehtok y la zona arqueológica de Oxkintok. El balneario natural de San Ignacio es célebre por conservar en su interior las mismas características de hace millones de años, lo que le confiere una belleza mágica y ancestral.
A diferencia de otros cenotes que llegan a alcanzar grandes profundidades, San Ignacio es ideal para llevar a toda la familia gracias a su profundidad máxima de 7 metros y mínima de 1.4 metros a 40 centímetros, que sumados a su bóveda lo convierten en un gran jacuzzi natural. El lugar cuenta además con un magnífico restaurante, baños, vestidores, regaderas, camastros, alberca, juegos infantiles, lockers, renta de hamacas y bicicletas, sendero, zonas de campamento, granja didáctica y aviario.
Horario
Lunes a domingo de 10:00 a 18:00.
Tarifas
Nacionales: $80
Extranjeros: $90
Contacto
Teléfono: 044(999) 278 6294
Correo: informes@cenotesanignacio.com
Sitio web: www.cenotesanignacio.com
Facebook: www.facebook.com/cenote.sanignacio
Ubicación
Calle 23 126, Centro, Chocholá, Yucatán











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