Hacienda Juriquilla en Queretaro
La fundación de la Hacienda Juriquilla, en el estado de Querétaro, se remonta a 1707, cuando era propiedad del virrey Luis de Velasco. Durante unos cien años sirvió, de manera principal, como hacienda ganadera.
A finales de la década de 1960 paso a poder de la familia Torres Landa y fue fraccionada en terrenos pequeños destinados a fines agrícolas. En 1992 la cadena hotelera Misión decidió rescatar Juriquilla y así surgió el actual hotel, que abrió sus puertas en 1993.
Ubicada en Boulevard Villas del Mesón 56, en Juriquilla, Querétaro, esta hacienda es un lugar ideal para que sus visitantes pasen un fin de semana en plan romántico o familiar.
Las instalaciones de este sitio están enmarcadas por plazas, jardines, puentes, antiguos patios y áreas verdes, las cuales incitan a la relajación y a un estrecho contacto con la naturaleza.
La [Hacienda Juriquilla->/articulo.php?id_article=517] tiene 192 habitaciones estándar y 4 de lujo, todas ellas dotadas de un estilo colonial. Las suites son excelentes para pasar una luna de miel: incluyen {loveseat}, frigobar y una botella de rico vino espumoso. En sus dos restaurantes, Mavericks y Aranjuez, se sirven deliciosas especialidades de la cocina mexicana y suculentos cortes de carne.
A finales de la década de 1960 paso a poder de la familia Torres Landa y fue fraccionada en terrenos pequeños destinados a fines agrícolas. En 1992 la cadena hotelera Misión decidió rescatar Juriquilla y así surgió el actual hotel, que abrió sus puertas en 1993.
Ubicada en Boulevard Villas del Mesón 56, en Juriquilla, Querétaro, esta hacienda es un lugar ideal para que sus visitantes pasen un fin de semana en plan romántico o familiar.
Las instalaciones de este sitio están enmarcadas por plazas, jardines, puentes, antiguos patios y áreas verdes, las cuales incitan a la relajación y a un estrecho contacto con la naturaleza.
La [Hacienda Juriquilla->/articulo.php?id_article=517] tiene 192 habitaciones estándar y 4 de lujo, todas ellas dotadas de un estilo colonial. Las suites son excelentes para pasar una luna de miel: incluyen {loveseat}, frigobar y una botella de rico vino espumoso. En sus dos restaurantes, Mavericks y Aranjuez, se sirven deliciosas especialidades de la cocina mexicana y suculentos cortes de carne.